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sábado, 18 de noviembre de 2017

El Chajá

Cuenta la leyenda que a la orilla de un río dos mujeres se encontraban lavando la ropa. En eso estaban cuando dos caminantes sedientos se les acercaron a pedir una trago de agua, las mujeres bromistas y maliciosas en vez de agua pura, les acercaron agua jabonosa. 
Al beber, uno de los caminantes maldijo a las bromistas que inmediatamente quedaron convertidas en aves, una de ellas intentó hablar,  pero sólo alcanzó a decir Yajá, o "vamos" en guaraní y se alejaron. 

Es por eso que la carne del chajá es espumosa y tiene un gusto similar al del jabón. Además explica el porqué de su grito de alarma (chajá) que vociferan en pareja y puede oírse hasta tres kilómetros. 

Chajá en pareja con sus crías
La leyenda tiene varías versiones de quiénes son los caminantes. En una son la Luna (Yasí) y un niño enviados para ver quiénes son los humanos buenos, y quiénes los malos para que así Tupá los castigue. En otra versión son Jesús y la Virgen, en otra Jesús y San Pedro o puede aparecer como solamente la Virgen.




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