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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Clitia: mito griego del girasol



Clitia, fundiéndose en girasoles


Leucótoe y Clitia eran dos ninfas hijas del rey Ócramo, quiénes por culpa de la venganza de Afrodita se vieron obligadas a sufrir por el amor de Helios.
Helios (el Sol), recorría el cosmos en una cuadriga y de estos viajes surgió su sabiduría, la que muchos dioses aprovecharon. Entre ellos estaba Hefesto, quién gracias a Helios se enteró que su esposa Afrodita lo engañaba con Ares. Esta última en venganza decide hacer que Sol se enamore profundamente de Leucótoe y a la vez hacer que Clitia se cautive enormemente por él.
Disfrazado de la madre de las ninfas, Helios entró a lo aposentos de Leucótoe cada noche, la ninfa al enterarse de quién era este accedió a los deseos del Sol. Esto se repitió durante todas las noches, hasta que llegó a los oídos de  Clitia, quién celosa y dolida le cuenta todo a su padre. Este no tarda en tomar cartas en el asunto enterrando a Leucótoe viva. Ni siquiera el Sol pudo salvar a su amada de tal castigo, y en consecuencia expresó su odio e ira contra la hermana de su ahora difunta pasión.
Clitia, cayó en un estado de profunda debilidad, se negaba a comer y beber, y desde la ventana de sus aposentos observaba con pesar a su amado brillar. 
De a poco el torso y piernas de la ninfa comenzaron a fundirse con el suelo, y su largo cabello comezó a formar los pétalos de una llamativa flor, que en honor al intenso amor que sentía Clitia por Helios, sigue dirigiendo sus pétalos hacía la luz de su inalcanzable amor. 





martes, 21 de noviembre de 2017

Eco


Ninfa Eco

Eco era una preciosa ninfa, que destacaba mas que por su belleza, por su increíble elocuencia, se dice que era capaz de conquistar a quién quisiese con sus historias, e inclusive cautivar a los dioses con alguno de sus relatos.
Tan grande era su don, que llegó a embelesar a Zeus, dios máximo del Olimpo. Quién poderoso como era, no tardó mucho en seducir a la ninfa.
Finalmente ambos sucumbieron a su pasión, pero con tanta desgracia, que Hera (esposa de Zeus) los encuentra y maldice a Eco: a partir de ese momento, perdería el don de su elocuencia y se vería condenada a repetir para toda la eternidad la última palabra de su interlocutor, recluyéndola, además, a vivir en las montañas, montes, y cuevas.





*Al igual que casi cualquier mito, tiene diferentes versiones del mismo, yo sólo redacté sobre la que tenía conocimiento*

lunes, 20 de noviembre de 2017

El hornero



La alfarería era una tradición en el pueblo Diaguita; de entre todos ellos había uno en especial que resaltaba por el arte de su vasijas, platos, etc. Tan bueno era que despertaba la admiración del resto del pueblo, entre ellos la hija del cacique, quién iba a verlo crear su arte casi a diario, y así, de a poco los jóvenes se fueron enamorando.
Tan grande se hizo su amor que un día el alfarero pidió la mano de su amada al cacique, este se opuso porque no aprobaba a un simple artesano para ser esposo de su hija, y expulsó al joven de la comunidad para que no se vieran mas.
Dolido, juró entre lágrimas que regresaría y construiría un hogar para ambos.
 Así sucedió, unos días después, al poblado llegó un pequeño pajarito de plumas pardas que comenzó a construir  su nido de barro en las cercanías de dónde vivía la joven.
 A los pocos días, producto de un fuerte deseo, la hija del cacique también se convirtió en esa ave marrón, de esta forma al fin pudo hacerle compañía a su amado, en su nido de barro.





domingo, 19 de noviembre de 2017

La flor del Ceibo



Anahí era una joven princesa de melodiosa voz. Amaba tanto a su pueblo, que le fascinaba deleitarlos con sus cantos a la naturaleza.
Vivía a las orillas del Río Paraná, territorio que fue conquistado por los españoles,  y como cualquier campaña de conquista, no fue pacífica precisamente, sino más bien violenta.
Masacraron entera a su comunidad, y a quiénes sobrevivieron los esclavizaron, por supuesto Anahí no fue la excepción y la llevaron a unas especies de celdas donde tenían a los esclavos vigilados.
Una noche en la que el guardia que la custodiaba se durmió, la joven princesa aprovechó para escapar, pero con tanta mala suerte, que una vez lo hizo, el guardia despertó y fue a capturarla.
Anahí, en el forcejeo para liberarse, logra tomar el cuchillo de su custodio y con el le da muerte. Al morir, el guardia profiere un grito de dolor lo suficientemente fuerte como para alertar al resto de los españoles, que inmediatamente salieron en búsqueda de la fugitiva, para finalmente encontrarla y condenarla a la hoguera.
Al día siguiente se hizo efectiva la sentencia, apilaron leña al rededor del viejo tronco de un árbol y sobre ella ataron a la joven. Pero al momento de prenderla fuego, parecía como si las llamas no la quisiesen tocar, no importaba cuanta leña agregasen los conquistadores, el fuego continuaba evitando a la joven.
 Las llamas crecieron hasta ocultar por completo a Anahí, fue en ese momento en el que algo mágico sucedió: el fuego, junto con el cuerpo de la niña comenzaron a unirse formando así un árbol, el primer árbol del Ceibo, con flores tan rojas como la sangre de la princesa ahora inmortalizada por la naturaleza, gracias a todo el amor que supo dar en vida a los que la rodeaban.

Flor del Ceibo





sábado, 18 de noviembre de 2017

El Chajá

Cuenta la leyenda que a la orilla de un río dos mujeres se encontraban lavando la ropa. En eso estaban cuando dos caminantes sedientos se les acercaron a pedir una trago de agua, las mujeres bromistas y maliciosas en vez de agua pura, les acercaron agua jabonosa. 
Al beber, uno de los caminantes maldijo a las bromistas que inmediatamente quedaron convertidas en aves, una de ellas intentó hablar,  pero sólo alcanzó a decir Yajá, o "vamos" en guaraní y se alejaron. 

Es por eso que la carne del chajá es espumosa y tiene un gusto similar al del jabón. Además explica el porqué de su grito de alarma (chajá) que vociferan en pareja y puede oírse hasta tres kilómetros. 

Chajá en pareja con sus crías
La leyenda tiene varías versiones de quiénes son los caminantes. En una son la Luna (Yasí) y un niño enviados para ver quiénes son los humanos buenos, y quiénes los malos para que así Tupá los castigue. En otra versión son Jesús y la Virgen, en otra Jesús y San Pedro o puede aparecer como solamente la Virgen.




Alma en pena



Inaugurando esta sección de aparecidos en la vida real decidí contarles una historia con la que mi madre nos asustaba en las tardes sin motivo aparente.

Ella nació y vivió hasta su juventud en Aguaray (Departamento de San Martín, Salta), pero su abuela era de Santiago del Estero, por cruces del destino terminó conociendo y enamorándose de quién sería mi visabuelo que era salteño y por eso vino a vivir aquí.
Junto con todo lo que tenía vinieron también historias desde Santiago, entre ella la que voy a contar.
Resulta que su padre (el de mi visabuela) tenía que ir a buscar agua a un río lejos de su rancho, y para llegar hasta allí debía de pasar por un algarrobo. Una advertencia que todos en su casa hacían era que no pasen por allí a la noche, ya que en ese algarrobo un hombre se había ahorcado y a su alma le gustaba asustar.
Él parte en su carreta ya muy entrada la tarde, por lo que hasta que llegó y emprendió el regreso del río ya era de noche, al momento de pasar por el algarrobo siente que algo lo llama, empiezan a silbarle, pero cuando voltea no hay nadie. Casi al mismo tiempo siente como la carreta comienza a pesar, como si alguien estuviera sentado atrás, cuando ya sabía que estaba solo en el camino. Lentamente el caballo empieza a detenerse, cada vez su paso es más lento y cansado, bellaquea. 
Ya con todo el miedo que se podía tener, recuerda un consejo de su padre "Cuándo tengas miedo, tenes que rezar", y como el único rezo que se conocía era el Padre nuestro comenzó:

Padre nuestro que estás en los cielos
Santificado sea a tu nombre
Venga a nosotros tu reino

Pero sólo hasta ahí, porque no sabía como seguía mas allá de eso. Mientras rezaba, con la esperanza de que eso lo ayude más, comenzó a vaciar la pava en la que traía el agua arrojándola hacía atrás, algo así como cuando se purifica algo con agua bendita.
Al llegar a casa, sale su esposa a recibirlo, y se da con la imagen de su marido petrificado del susto, aferrado fuertemente a la pava que estaba casi vacía y un caballo cansado que tuvo que hacer el camino de vuelta solo, pues su jinete dejó de guiarlo kilómetros atrás.  
Tardaron horas para que reaccione, al hacerlo les pudo contar todo lo que había vivido y así es como llegó hasta mis oídos y ahora hasta sus pantallas. 



Aparecido: por lo contado se podría decir que era lo que se conoce como "Condenado". Un alma que murió en forma trágica, como un suicidio por ejemplo, y ahora vagan por la tierra condenado (valga la redundancia) por Dios, quién no perdonó sus culpas y deben expiarlas en la tierra.



viernes, 17 de noviembre de 2017

El cactus


Aino Capac (Águila jefe) era el curaca de los Omaguacas, quiénes  lo adoraban y obedecían con gusto, después de todo era un jefe comprensivo, justo, simpático, valiente y bastante atractivo, todas en el pueblo lo buscaban para emparejarse, sin embargo había un problema, Aino era muy tímido. Esto nunca fue problema para él, después de todo su territorio era un lugar muy fértil y próspero, un  verdadero paraíso. Tan maravillosas eran esas tierras que despertaban la envidia de los pueblos vecinos, que no resultaron tan favorecidos con el suelo. Hartos de tamaña "injusticia" deciden aliarse para conquistar el territorio Omaguaca.
En una reunión acordaron formar un ejército, inclusive decidieron  fecha y hora en la que atacarían, pero había un incoveniente: Aino Capac, el valiente curaca no sólo era gentil, si no que también un gran estratega y con seguridad llevaría a su pueblo hacia la victoria. Para  neutralizar esta amenaza buscaron a la doncella mas bella de todos lo pueblos: el objetivo era distraer al jefe Omaguaca. Tras una muy ardua búsqueda lograron dar con ellas, quién gustosa aceptó participar en la conquista.
El día acordado, la doncella baj a pueblo Omaguaca y solicitó hablar con el curaca, Luego de muchas idas y vueltas, por fin pudo encontrarse cara a cara con él y dar inicio al plan. Según lo pactado distrajo al jefe por horas, dando tiempo para que el ejército se aliste en las afueras.
Una vez que todo estuvo listo,  les hizo y el ejército avanzó. No hubo mucho por hacer, desprevenidos los Omaguacas recibieron el golpe de improvisto, casi todo el pueblo murió como resultado de la batalla, no sin antes resistir con todas sus fuerzas. Devastado, el curaca maldijo a los guerreros enemigos antes de morir. Según su maldición nada de lo que sembraran daría frutos, de esta forma la tierra antes fértil y productiva se volvió arena, además les  juró que jamás abandonarían esa tierra.
Así sucedió, al día siguiente, cada uno de los Omaguacas muertos se convirtieron en la planta que puebla todo el lugar: el cactus. Por lo que sin importar cuanto intentaron, la tierra ahora era inútil, inservible para los deseos de los invasores que optaron por retirarse.
Ahora toda la quebrada está repleta de los cuerpos de los Omaguacas vueltos cactus, con un tronco repleto de espinas que aseguran que nadie nunca mas intente tomar esas tierras. Por las noches florecen, y hay quiénes dicen estas flores son las almas de los guerreros que salen a vigilar sus tierras.

     Cactus florecido